1.
EL CEPILLADO
Para que el cepillado de los dientes cumpla eficazmente su
cometido, es preciso que se convierta en una rutina cotidiana al levantarse,
después de cada comida y, nuevamente, antes de acostarse.
Pero tan importante como respetar esta norma es proceder a una
técnica adecuada: si el cepillado es incorrecto, no cumple su finalidad.
Si se considera el cepillado como lo que es, una técnica, y se
aprende a hacerlo bien, se tendrá la certeza de proteger la dentadura.
La regularidad es determinante, ya que la placa bacteriana se
forma de manera continua, y sólo eliminándola una y otra vez se podrá evitar su
efecto nocivo.
Aunque la placa bacteriana se forma de manera continua, su acción
más nociva se desarrolla después de comer, cuando la producción de ácidos es
más elevada.
Porque los gérmenes cuentan entonces con las sustancias nutritivas
de las que también se alimentan.
Por ello es fundamental cepillarse los dientes después de cada
comida y antes de que pasen treinta minutos, que es lo que tardan las bacterias
en producir sus secreciones ácidas.
¿Cómo
realizar el cepillado dental?
La
mejor manera de cepillar es observándose con atención frente a un espejo,
usando una buena fuente de luz y verificando que hemos logrado limpiar todas
las superficies de todos los dientes.
Le
recomendamos es que siga un orden para realizar el cepillado dental.
Empiece
por ejemplo por el extremo derecho de sus arcos dentales y avance progresivamente
hacia la línea media; y luego, diríjase hacia el otro extremo.
Tenga
siempre presente que el cepillo debe barrer de arriba hacia abajo y de abajo
hacia arriba usando movimientos verticales.
Sucede
que los movimientos horizontales son menos efectivos y pueden dañar las encías
y los cuellos de los dientes.
El
cepillado cuidadoso de la cara interna de los dientes reviste una gran
importancia, puesto que no es tan fácil de llevar a cabo y, por consiguiente,
generalmente se descuida.
El
cepillado de la cara superior de los premolares y molares, que sirve para
triturar los alimentos, resulta poco menos que fundamental.
La
superficie masticatoria de estas piezas dentales presenta múltiples surcos y
pequeñas fisuras en donde se acumula la placa dental y es fácil que se inicie
una caries.
2.
HILO
DENTAL
El hilo dental es un complemento
obligatorio para obtener una buena limpieza dental y debe acostumbrarse a los
niños a utilizarlo desde muy pequeños, después de un buen cepillado.
El hilo dental es un invento
antiguo, pues los investigadores han hallado restos de hilo dental en dientes
de humanos prehistóricos.
Levi Spear Parmly, un dentista
de Nueva Orleans está reconocido
como el inventor del hilo dental tal y como lo conocemos actualmente.
A través de su consulta comenzó a
recomendar a sus pacientes que utilizasen para limpiarse los dientes con el
hilo de seda desde 1815.
El hilo esta constituido por
filamentos continuos individuales de dos o tres dernier de espesor y su espesor
puede variar entre 4 y 18 terminaciones.
A medida que las terminaciones
(fibras formadas por filamentos) disminuyen, aumenta el riesgo de que el hilo
se deshilache.
En ocasiones se realiza el encerado
del hilo para reducir el riesgo de que se deshilache.
La seda dental permite eliminar la
placa de las superficies dentales proximales inaccesibles para el cepillo,
Por lo tanto, se debe emplear el
hilo dental como parte de la practica normal en la higiene bucal.
La combinación del hilo con el
cepillado de dientes previene infecciones de las encías, halitosis y caries dentales.
¿Como
usar el hilo dental?
a.
Corte aproximadamente 50 cm de hilo
dental y enrolle la mayor parte en uno de los dedos medios.
b.
Enrolle el resto del hilo en el mismo
dedo de la mano opuesta. Este dedo puede ir recogiendo el hilo dental a medida
que se va usando.
c.
Tensar un trozo de unos 2 a 3 cm de hilo
dental utilizando los dedos pulgares y los índices.
d.
Introducir el hilo entre los dientes con
un suave movimiento de sierra; cuando el hilo dental llegue al borde de las encías,
cúrvelo en forma de C contra uno de los dientes
Y deslícelo suavemente
en el espacio entre la encía y el diente hasta que se note resistencia. Nunca
lo aplique violentamente contra las encías.
e.
Frote el hilo dental contra el diente
para eliminar los restos de alimentos y de placa.
f.
Repita estas operaciones con el resto de
los dientes, utilizando un trozo limpio de hilo dental para cada uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario