Ésta es la palabra que nadie quiere oír en la consulta del dentista.
Las caries de desarrollan cuando los dientes se deterioran o se rompen.
Una caries dental es un agujero que se hace en un diente y que, con el
tiempo, puede hacerse más grande y profundo.
Si tienes una caries, es importante que vayas al dentista para que te la
trate.
La culpa la tiene la placa.
La placa dental es una sustancia pegajosa y viscosa compuesta
principalmente por gérmenes que hacen que los dientes se deterioren.
Las bacterias que tienes en la boca fabrican ácidos, de modo que, cuando
la placa se adhiere a tus dientes, los ácidos pueden atacar la parte más
superficial de los dietes, llamada esmalte.
Si no vas al dentista, los ácidos se abrirán paso a través del esmalte
dental, pasando a atacar y corroer las partes más internas del diente, que
también se deteriorarán.
Si alguna vez has tenido dolor de
muelas o has oído a algún adulto quejarse por ese motivo.
Podría ser porque la caries había llegado al interior del diente, donde
se encuentran las terminaciones nerviosas.
El dentista te examinará atentamente la dentadura y te realice los
exámenes auxiliares, como toma de placa radiográfica.
Determinando así, un adecuado diagnóstico, y se procederá a la
realización del plan de tratamiento.
Si descubre una caries, la reparará primero, eliminando la parte de la
lesión cariosa del diente, con el instrumental adecuado.
Después se rellenará el hueco del diente con un material especial,
llamado composit o resina, ionomero u amalgama.
Es un tipo de medicamento que "duerme", o deja insensible, el
área que rodea al diente afectado por la caries para que el dentista te lo
pueda empastar sin que tú experimentes dolor.
Aunque las caries dentales tienen tratamiento, intenta evitarlas
cuidándote los dientes.
Aquí tienes cómo lo puedes hacer:
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