sábado, 22 de septiembre de 2012

ENFERMEDAD PERIODONTAL Y OSTEOPOROSIS


La Osteoporosis es una enfermedad compleja y multifactorial, originada por un desorden en el metabolismo óseo esquelético
Lo cual se traduce en una reducción en la cantidad de hueso, sin producir variaciones en la composición química del mismo.

Es importante establecer el término Osteoporosis en Odontología.
Se ha determinado la importancia de esta enfermedad y su relación con los huesos maxilares.
Esta patología ha sido demostrada en diversos sitios del esqueleto, especialmente en aquellos huesos con gran proporción de tejido trabecular, como es el caso de la mandíbula.
La pérdida de sustancia ósea en los maxilares constituye un signo que advierte la existencia de enfermedades óseas sistémicas en humanos.
Los cambios en la anatomía de la mandíbula son de gran interés odontológico, ya que la disminución progresiva de sustancia ósea mandibular reduce la posibilidad de una efectiva rehabilitación de la función bucal.
Lo cual debe considerarse durante la planificación del tratamiento odontológico.
La cavidad oral tiene funciones muy importantes en el ser humano que vienen desde el nacimiento como la capacidad sensorial, afectiva, succión, etc.
Hasta funciones específicas tales como fonación, masticación, deglución y estética.
Por tener la cavidad oral un medio húmedo con la temperatura y unos rangos de pH específicos es lugar para el desarrollo de múltiples patologías de origen bacteriano, viral, tumoral, etc.
Sin embargo, las enfermedades más comunes que se presentan en la cavidad oral son la caries dental y la enfermedad periodontal.
Estudios recientes justifican la importante relación que existe entre la enfermedad periodontal y la salud general de los pacientes.
Investigaciones médicas han trabajado firmemente por décadas en identificar los factores de riesgo para enfermedades tales como cáncer, enfermedad cardiaca, osteoporosis, etc.
Pero sólo en los últimos 5 a 10 años se ha comenzado a considerar que existen otros factores de riesgo diferentes a una mala higiene oral, los cuales pueden predisponer a una persona a desarrollar enfermedad periodontal severa.
La osteoporosis y la enfermedad periodontal afecta a buen número de hombres y mujeres con una incidencia que oscila entre un 5 a 30 % de los adultos.
Entendiendo la osteoporosis como una enfermedad caracterizada por pérdida y fragilidad de la masa ósea con el consecuente aumento de riesgo de fractura;
La Osteopenia como una disminución en la masa ósea debido a un imbalance entre la resorción y la formación ósea que lleva a osteoporosis y a Enfermedad Periodontal
Como la inflamación (alteración) de los tejidos del diente, resultando en una resorción del hueso alveolar con pérdida de los tejidos de sostén alveolar y la mayor causa de pérdida dentaria en el adulto.
Recientemente se ha visto su relación y su prevención con la terapia hormonal de reemplazo.
La osteoporosis y la enfermedad periodontal se ha convertido en un problema de salud pública, que afecta a un gran número de hombres y mujeres con una incidencia que va aumentando directamente con la edad.
Reportes de la literatura concuerdan en que la osteoporosis generalizada afecta la velocidad de reabsorción y la densidad ósea del maxilar y la mandíbula.
Epidemiólogos han dado nuevas ideas a la incidencia, prevalencia, historia natural y riesgo para enfermedad periodontal.
Investigadores clínicos han sido capaces de demostrar que es posible disminuir o detener el progreso de la enfermedad periodontal y reconstruir las estructuras periodontales perdidas con nuevas y exitosas estrategias de tratamiento.

EL APARATO DE INSERCION PERIODONTAL
Anatómicamente los dientes constan de una corona y una raíz, la unión entre ambos es el cuello dentario, están constituidos por esmalte, dentina y pulpa.
Se encuentran rodeados por el aparato de inserción periodontal que fija los dientes en los maxilares y está compuesto por ligamento periodontal, cemento y hueso alveolar.
Los dientes se unen al alvéolo por haces de colágena (fibras principales), separadas por tejido conectivo laxo que contiene vasos sanguíneos y nervio.
Dicho ligamento funciona como mecanismo de soporte y fijación dental y se denomina ligamento periodontal.
La unidad dentoalveolar comprende cemento, ligamento periodontal y hueso alveolar.
El ligamento periodontal es el tejido que rodea las raíces dentales y se une al hueso alveolar.
El cemento es el tejido duro parecido al hueso que cubre las raíces anatómicas del diente.
El hueso alveolar propiamente dicho es una placa del hueso compacto que por su imagen radiográfica se denomina lámina dura.
La función principal de la unidad dentoalveolar es el soporte, adémas de la formativa, nutritiva y sensitiva.
La función de soporte consiste en el mantenimiento y retención del diente; la formativa es necesaria para la restitución de tejidos: cemento, ligamento periodontal y hueso alveolar.
A esta función se vinculan tres células especializadas cementoblastos, fibroblastos y osteoblastos.
Los vasos sanguíneos y los nervios se encargan de llevar a cabo las funciones nutritiva y sensitiva, respectivamente,
Por tanto, el aparato de inserción es el mecanismo suspensorio dental y actúa como pericemento para mantener la cubierta radicular y como periostio del hueso alveolar.

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